Cuenta la leyenda que existen unicornios y magos que con un solo chasquido y por pocas monedas, hacen que un trozo de hierro oxidado se convierta en oro, pero lejos de la realidad….

Tener un ciclomotor clásico en nuestro garaje, funcional y listo para circular, según van pasando los años, se convierte a veces en una verdadera aventura parecida a la búsqueda de la fórmula de alquimia de Gargamel para convertir el hierro en oro.

Tenemos que imaginarnos que el único mago que guarda esta fórmula está en la posada del pueblo de la DGT, en el alto de la montaña,  un camino de lleno de obstáculos, pruebas y adivinanzas, que solo los más tenaces y pacientes serán capaces de sortear, así que empecemos nuestra aventura.

1 LOCALIZAR EL CICLOMOTOR.

Es aquí donde el realmente empieza nuestra aventura, acabamos de llegar al valle al pie de la montaña, tenemos nuestro “cacharro de metal”, el verdadero protagonista principal en esta historia

Tres metales, hierro, cobre y oro:

Opción 1 –> Un bonito HIERRO, inmaculado, de origen,  sin que se  hayan tocado ni una tuerca PERO nunca ha sido matriculado, también los más abundantes dado que en su día mucha gente por desconocimiento no llego a matricularlos.

Opción 2 –> su peso en COBRE, ciclomotores algo más trillados por regla general y aunque estén bien pulidos y con su “documentación en regla” (ojoooo aquí que hay gente que se cree que tiene el santo grial, pero eso es otra historia), nos seguimos encontrando ante un metal no noble, la característica principal es que ha llevado matricula BLANCA y por lo tanto algún impuesto municipal ha pagado, esto antes del 2000, PERO NO llego a matricularse.

Opción 3 –> la joya de la corona, ORO y es que tiene matricula AMARILLA, aquí la cuestión es cuantos quítales tiene, pero ya hablamos de un metal nobel y nos asegura ascender por el camino fácil.

2 QUEREMOS NUESTRA PARCELA EN EL PUEBLO DGT

Las tres opciones pueden ser las reinas de nuestros garajes, sin problemas, ten en cuenta que en función del metal podrás optar por diferentes caminos, aun ni hemos empezado la aventura, únicamente estamos observando el mapa y planeando el ascenso.

Lo primero, es imprescindible, hacer CONTRATRO DE COMPAVENTA.

Aquí tenemos varios escenarios, que nos harán empezar nuestro camino con distintos tipos de ánimo:

1) Momento feliz, la moto tiene matricula AMARILLA, ITV en vigor y propietario vivo, en la DGT ya es conocido — > hacemos contrato y nos ponemos en el camino del atajo, florecillas y pajarillos nos hacen ir saltando de alegría.

2) Momento alegre, la moto tiene matricula BLANCA y propietario está vivo –> hacemos contrato, aquí nos vamos por el camino del medio, practicable pero ves una ligera pendiente, (aviso a los aventureros que necesitarán almorzar bien para pillar fuerzas)

3) Momento “aaayyyy virgen santa donde me he metido”, nunca ha sido matriculada y el propietario está muerto. –> imposible hacer contrato, por lo que hay que pasar por notaria afirmando que ese vehículo es tuyo y es necesario con testigos, te vas a colocar a las puertas del bosque oscuro, con un volcán de fondo y como única defensa un palo, pero si eres valiente darás el paso

3 LLEGAMOS A LA POSADA DE LA DGT, ¿ENCONTRAREMOS AL MAGO?

Ya estás ante las puertas de la POSADA DE LA DGT, ya estás casi con todo listo, ¿te dejarán vivir y pertenecer a esa comunidad del barrio de los ciclomotores? … coges el picaporte, llamas y te sale el guardián de la posada, el que realmente manda y sabe lo que pasa en el pueblo, el txeriff, el mandamás…

Y aquí solo hay dos diálogos posibles:

Rápido y sencillo, QUE ALEGRIA, QUE ALBOROTO NUESTRA JOYA ES DE 24 QUILATES, el guardián de la posada, nos deja pasar y poder hacer público nuestro éxito y registrar la moto a nuestro nombre –> hacemos una transferencia normal, pagas tus impuestos y tasas , ya tienes tu parcelita de propietario para tu joya a tu nombre.

También se puede dar el siguiente caso, EHHHHH NO TE PASES DE LISTO QUE NO ME CREO QUE ESTO SEA ORO (opción 2 y 3), que quiere decir, que durante el camino igual te has dejado pruebas para demostrar la belleza de tu joya y que en el interior lleva un corazón de oro, y es que es la única forma que te dejen entrar por la puerta grande.

Y aquí es cuando te giras y ves que el camino recorrido no es tan complicado, mientras lo hacías has conocido gente y lugares, agradables y geniales, haces memoria…

Lo primero que buscas es un escribano del pueblo de abajo, es decir, un INGENIERO para que os haga la documentación, verifique y date que ese cacho de metal es ORO del bueno, digno para ser un miembro más de la comunidad del ciclomotor.

Con este hombre escribimos un capítulo de las historia de nuestra aventura.

(Ojo y consejo, buscar el mejor acompañante para este cometido porque además de necesario, es importante que sepa lo que se hace para documentar y seguir los pasos necesarios antes de volver a visitar al guardián, este es muy exigente. Busca uno que conozca el camino de vuelta a la cima, escribano y sherpa dos en uno, por desgracia existen alquimistas y buhoneros, que entre humos y despistes que harán perder el tiempo y el dinero.)

Ya con nuestro escrito documentado y pagado, aún no abandonamos el pueblo de abajo y nos toca viajecito a la ESTACIÓN DE ITV, para que acaben de documentar la moto y pasar la inspección técnica, aquí con paciencia recargaremos energías y fuerza para acabar en el camino que nos lleva nuevamente  a la POSADA DE LA DGT.

Por fin con todo esto, podemos volver a visitar al Guardián, para pedirle que nos dé permiso para entrar y llegamos felices y contentos al momento de alegría, ya tenemos una parcela en la comunidad.

Pero ojo, no creáis que la historia acabado aquí, ya que una vez que habéis entrado y os habéis instalado, en el ayuntamiento tienes que ir a pagar el impuesto municipal de vehículos, también conocido como viñeta.

Y así es como uno puede tener una JOYA DE ORO PRECIOSA EN SU GARAJE.

NOTA: esta historia es la que se repite el 85% de la veces, puede haber variaciones en cuando a identificar nuestro cacharro de metal y ver cuál de los tres caminos coger, solo existen tres y un único posadero que nos dejara instalarnos o no en la comunidad.